Diez años después de ganar un título mundial de fisiculturismo, Antonio Osta (43) vive austeramente con su hijo Juanjo (17) en el pueblo rural donde nació. Arrastrando un problema renal severo, está atrapado en el limbo entre su pasado de gloria y la imposibilidad de volver a ser quien fue. Un retrato humano, centrado en el vínculo padre-hijo, sobre las masculinidades y las cicatrices del triunfo. ¿Qué queda después de la gloria?